Con una inversión de 110 millones de dólares, esta obra técnica y logística representa un hito en el transporte de montaña gracias a combinar ingeniería, turismo sustentable y un impacto social como ambiental significativamente positivo.
El teleférico recorre 775 metros de desnivel en solo cuatro minutos a una velocidad de siete metros por segundo. También transporta un máximo de 85 pasajeros en cada una de sus cabinas y, al cabo de una hora, moviliza a ochocientas personas.
Según los especialistas a cargo de esta maquinaria, todo el sistema funciona de manera completamente automatizada mediante una batería de cámaras y sensores en tiempo real que aseguran la seguridad en un terreno de extrema inclinación. Cada una de las cabinas cuelga de brazos de once metros de largo adaptándose a la pendiente más vertical del mundo.
El nuevo teleférico suizo supera todos los estándares previos en términos de pendiente, alcanzando un récord del 159,4%, demostrando la precisión y calidad de la ingeniería suiza en condiciones extremas. La empresa responsable, Schilthornbahn AG, tiene previsto completar la obra en la primavera boreal de 2026, mediante tres secciones: dos ya en funcionamiento y una última que unirá Birg con la cima del Schilthorn a partir del 15 de marzo de 2025.
Desde el inicio de las operaciones en diciembre, el sistema ha representado un avance tecnológico Sin embargo, el proyecto también incluye un fuerte componente social y turístico, que busca potenciar la región sin impacto ambiental negativo, entregando una experiencia moderna y sustentable en plena naturaleza alpina.
El proyecto combina innovación, automatización y un diseño que respeta el paisaje. La completa modernización del transporte redujo a menos de treinta minutos el tiempo de acceso al Schilthorn, famoso por su belleza natural como así también por su histórica conexión con la saga de James Bond en “Al servicio secreto de Su Majestad” (1969). El restaurante giratorio Piz Gloria, uno de los mayores atractivos, ahora puede ser alcanzado con mayor facilidad, impulsando aún más el turismo en la zona.
Este proyecto tiene como objetivo principal desestacionalizar estas montañas que están consolidadas como un destino turístico invernal para luego bajar drásticamente el número de visitantes durante los meses de primavera y verano.
Como forma de impulsar el turismo local estival, sus propietarios establecieron un tarifario preferencial durante las épocas de altas temperaturas siendo más barato que en la temporada de esquí.