En el primer trimestre del año, Colombia alcanzó un hito histórico al posicionar al turismo como su mayor fuente de divisas después del petróleo, superando ampliamente a exportaciones tradicionales como el café y el carbón. Con 2.865 millones de dólares generados, su industria de los viaje creció un 12,9% interanual y un 62,8% frente al nivel prepandemia de 2019 según datos oficiales gubernamentales.
El 85% de esos ingresos provino directamente de los viajes de turistas al país, mientras que el 15% restante correspondió al transporte aéreo de pasajeros, un segmento en expansión gracias al aumento de nuevas rutas y frecuencias internacionales. Esta cifra ya representa el 86% del valor de las exportaciones de petróleo, acercando al turismo al liderazgo absoluto del comercio exterior colombiano.
“Esto significa un hito para la economía del país”, afirmó Paula Cortés Calle, presidenta ejecutiva de Anato (Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo), quien destacó el impacto de la estrategia conjunta entre el sector privado y la administración púbica.
Según la titular de Anato, las agencias de viajes y el gobierno nacional trabajan en forma mancomunada para reposicionar a Colombia como un destino vibrante, diverso y seguro. “Hemos sabido mostrar al mundo la riqueza natural, cultural y gastronómica de nuestro país”, agregó.
La transformación del turismo colombiano no es un fenómeno aislado ni casual. Detrás del crecimiento hay una planificación estratégica que incluye campañas de promoción internacional, capacitación de prestadores de servicios, inversión en infraestructura turística y alianzas con aerolíneas. Todo esto ha convertido a ciudades y regiones —antes invisibilizadas— en protagonistas de experiencias únicas para visitantes de América, Europa y Asia.
El dato más impactante es que los ingresos del turismo duplicaron a los obtenidos por el café y el carbón combinados, productos históricamente emblemáticos para el país. Este cambio de paradigma revela no solo la madurez del sector, sino también su capacidad para ser un pilar estable, resiliente y descentralizado del desarrollo económico colombiano.
Desde Anato también se realizó un llamado a sostener el impulso: “Debemos consolidar un turismo de calidad que beneficie a más regiones y comunidades”, indicó Cortés Calle, apelando a la cooperación entre los distintos niveles del Estado y el sector empresarial. La meta es clara: mantener el crecimiento con inclusión, sostenibilidad y excelencia en la experiencia del visitante.
Colombia, que alguna vez fue un secreto bien guardado, ahora se perfila ahora como uno de los destinos más competitivos de Latinoamérica, capaz de marcar tendencia en turismo cultural, naturaleza, bienestar y aventura. Con las cifras en alza, el país no solo se ha reinventado a los ojos del mund al reescribir su economía desde el turismo.
De acuerdo a los resultados del Informe de Impacto Económico realizado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), el turismo generaría 443.300 nuevos puestos de trabajo en Colombia durante los próximos diez años en los que crecería a una tasa del 6% que superaría el promedio nacional que se estima en un 2,8% para esa misma década.
Además, Colombia disfruta de un auge de vuelos nacionales como lo reflejan los 5.035.530 pasajeros registrados durante el bimestre inicial de este año que equivale a un crecimiento del 24,5% en comparación con los 4.062.890 de enero y febrero de 2019.