El interés por los llamados destinos de desvío o detour destinations crece notablemente ya que los turistas buscan lugares cercanos, accesibles y con menor afluencia. Esta selección responde tanto a la necesidad de ajustar presupuestos como a la intención de descubrir espacios menos saturados y más personalizados, ofreciendo así una experiencia de viaje más auténtica y satisfactoria. Se observa una clara evolución desde el turismo masivo hacia propuestas que priorizan calidad y tranquilidad.
Las plataformas líderes del sector destacan que el 63% de los viajeros argentinos y estadounidenses manifiestan interés en visitar estos lugares alternativos. Destinos como Reims en Francia, Cozumel en México y Santa Bárbara en California son ejemplos de ciudades que combinan accesibilidad, cultura y precios competitivos, capturando la atención de quienes buscan innovación y confort a buen costo. Este fenómeno abre oportunidades invaluables para agentes de viajes y operadores locales.
Un caso paradigmático de esta tendencia es Mesquite, Nevada, que ha visto un aumento constante de visitantes atraídos por su oferta económica y ambiente relajado. El crecimiento en la demanda ha llevado a renovaciones significativas en la infraestructura hotelera y servicios, evidenciando cómo destinos menos concurridos pueden adaptarse para brindar calidad sin perder su identidad. Este ejemplo inspira a destinos argentinos similares a posicionarse y captar nuevos segmentos.
Desde el punto de vista económico, la incertidumbre actual impacta directamente en la planificación de los viajes. Los viajeros aspiran a maximizar su experiencia sin comprometer su estabilidad financiera, motivando decisiones más estratégicas orientadas al ahorro. Este contexto desafiante es también una oportunidad para los profesionales de la industria, que pueden diseñar productos y ofertas adaptadas a estas nuevas prioridades.
Los especialistas de empresas líderes en la venta de servicios onlines como Expedia y Airbnb destacaron que esta dinámica no solo se limita a viajes internos o regionales, sino que trasciende fronteras, afectando las opciones internacionales elegidas.
Como resultado, los operadores turísticos deben enfocarse en brindar alternativas versátiles, que equilibren precio, calidad y exclusividad, para captar la atención de viajeros cada vez más exigentes y conscientes.
En otro muestra de las nuevas preferencias de los usuarios, el turismo pet friendly creció durante estos últimos años en Argentina gracias al aumento de hogares con mascotas como lo reflejó un estudio elaborado por los especialistas de la consultora de mercado Kantar que constató que el 75% de los hogares de nuestro país tienen un perro o un gato.
El turismo slow es ptra tendencia para desconectarse del ritmo frenético de las grandes urbes para disfrutar de manera profunda de la naturaleza, paisajes y cultura de destinos que sobresalen por sus actividades al aire libre y un estilo de vida más distendido e introspectivo.