Para quienes visiten Bariloche en invierno, el primer consejo será adentrarse en la tradición del chocolate artesanal. Más de una veintena de chocolaterías de la ciudad ofrecen una variedad irresistible que llegan a incluir tours donde se puede aprender el proceso de elaboración. Disfrutar de un chocolate caliente, en medio de un paisaje nevado, es una experiencia inolvidable. Te recomendamos recorrer varias chocolaterías y probar diferentes sabores desde los más clásicos hasta los innovadores.
Otra recomendación esencial será experimentar la cocina patagónica en sus restaurantes más destacados. El cordero y las truchas ahumadas son estrellas en la gastronomía local. Optar por lugares que respeten las recetas tradicionales y que también ofrezcan vistas panorámicas sobre los lagos y montañas es clave para vivenciar en plenitud el turismo culinario invernal.
El invierno en Bariloche también invita a explorar las ferias y eventos gastronómicos que ofrecen productos locales frescos y orgánicos. Muchas ferias muestran artesanías alimenticias, miel, mermeladas y quesos, ideales para degustar y llevar como souvenirs. Estos espacios son perfectos para conectarse con la cultura del lugar y apoyar a los productores argentinos en un momento en que la experiencia culinaria adquiere un carácter auténtico y cercano.
Para los viajeros que buscan la experiencia completa, no deben olvidar probar la gastronomía en cabañas y lodges, donde la comida se prepara con ingredientes autóctonos y en ambientes cálidos. Sentarse junto a una chimenea, saboreando un plato típico, convierte la visita en un momento memorable. Reservá con anticipación, especialmente en temporada alta, para asegurarte ese encuentro especial con la cultura local.
Un consejo adicional, y muy importante, es disfrutar de cada bocado con calma y conciencia. La gastronomía en Bariloche refleja la riqueza de su tierra y su gente, por lo que cada plato tiene una historia que contar y un sabor que queda en la memoria. Aprovechar el viaje para aprender y saborear en profundidad permite que la experiencia gastronómica trascienda lo meramente nutritivo y se convierta en una vivencia cultural total.
Finalmente, para los profesionales del turismo en Argentina, esta temporada invernal en Bariloche representa una oportunidad para promover un turismo que integre naturaleza, cultura y gastronomía con innovación. La clave está en destacar la autenticidad y la calidad de los productos locales, creando propuestas que conecten a los viajeros con la identidad patagónica a través de su comida. El turismo gastronómico en invierno es una experiencia que invita a redescubrirse y a enamorarse todavía más del sur argentino.
Ícono de los viajes de egresados del colegio secundario, la ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche es uno de los principales destinos turísticos de la Argentina. Además de ideal para vacacionar en la nieve, su diversidad de paisajes y atractivos naturales lo tornan un sitio perfecto para disfrutar en toda época del año. Ubicada junto al Parque Nacional Nahuel Huapi y a pocos kilómetros de la frontera con Chile, sobresale por sus montañas; lagos; gastronomía; típica arquitectura y multiplicidad de actividades recreativas que abarca deportes de invierno como snowboard y esquí hasta cabalgatas y recorridos guiados en la temporada de verano.
Bariloche recibe visitantes de los cinco continentes que se desentienden del estrés y la rutina cotidiana en medio de paisajes únicos que también son escenario para practicar deportes extremos. Es un galardón que pocas ciudades pudieron ganar, muchos menos en tres oportunidades. Como ya logró en 2018 y 2021, San Carlos de Bariloche fue elegida como el Destino Líder de Argentina en los World Travel Awards que, considerado como los premios Oscar del turismo, se celebró en Dubai con el voto de referentes; usuarios y profesionales de la industria de los viajes.